Manifiesto de las Entidades de la Mesa de diálogo para la población gitana de la Comunidad de Madrid
Hoy se cumplen ya 6 años de que este día se celebra como Día oficial de los gitanos y gitanas de Madrid. Nos vemos un año más, en el reconocimiento de que Madrid se ha vestido de colores y lunares, y se adorna con el verde y el azul de nuestra bandera en sus sitios oficiales, y decimos que realmente “Madrid también es gitana”, porque expresa abierta y oficialmente los rasgos de identidad de su ciudadanía gitana. Y aún más allá, este reconocimiento social e institucional de la Cultura Gitana, se coloca como Patrimonio común de todos los madrileños, y hoy, todos nuestros símbolos afianzan nuestra identidad singular como pueblo, y son elementos fundamentales de legitimidad cultural y reconocimiento social en nuestra Comunidad de Madrid.

La Asamblea de la Comunidad de Madrid, declaró el 24 de mayo del año 2016, como el día de las gitanas y gitanos madrileños, recordando que fue el 24 de mayo de 1.484 cuando en sesión celebrada en la iglesia del Salvador, los regidores de Villa de Madrid concedieron a los gitanos una donación de 1.000 maravedíes para seguir en peregrinación por los caminos. Este episodio, fue un ejemplo de grandeza, cariño y respeto simbolizado en sus  gobernantes que supieron abrir su corazón a nuestro Pueblo.

Hoy recordamos aquella acción y festejamos nuestra gitanidad, poniendo en valor las muchas aportaciones que el pueblo gitano ha realizado siempre, en la construcción de la historia de nuestro querido Madrid. Este festejo, sin embargo, tiene también su lado amargo. Hemos vivido lo bueno, y también lo triste. Sobre todo en lo referente a estos dos últimos años, señalados por la pérdida de muchas personas por la enfermedad (Crisis sanitaria), un elevado número de las cuales, eran vidas gitanas. Pérdidas que hoy se sienten ausentes aquí, y no podemos dejar de hacer mención de ellas. Máxime, cuando las circunstancias que han rodeado sus últimos días a muchas y muchos de ellos y las de sus familias, han sido en medio de una pesadilla de condiciones, determinadas por la marginación y la exclusión, el hacinamiento, la falta de recursos y alimentos, y llenos de vacíos oficiales donde las medidas de apoyo, a menudo no les han tenido en cuenta, empeorando el trance por el que han pasado, y están pasando, un gran número de ciudadanos y ciudadanas gitanos y gitanas madrileños de todos los rangos de edad, y aquí al lado, en nuestras calles y barrios que todos recorremos a diario.  No podemos dejar de mencionar la desgraciada caída de empleos que nos afectan como pueden ser los mercados ambulantes, la crisis laboral en el mundo de la cultura y el arte, del flamenco …o los problemas de salud específicos relacionados con las deficiencias en el hábitat y las condiciones de la vivienda, como la salubridad, la falta servicios mínimos de equipamiento urbano, el hacinamiento u otros factores empeorados más todavía por el efecto de la pandemia.
Los efectos negativos derivados de la brecha energética y la brecha digital, en las deficiencias de la educación de jóvenes y niños, factor fundamental que perpetúa su vulnerabilidad… Familias que ven peligrar su vida entera, una vida que han construido con mucho sacrificio. Que temen perder sus viviendas por no poder pagar los suministros, la inquietud que tienen por ver a sus hijos e hijas que han realizado un esforzado recorrido en el sistema educativo y que en estos momentos y en el futuro se va a descompensar por falta de recursos. Este asunto, en fin, por encima de cualesquiera consideraciones ideológicas, es una cuestión de injusticia social flagrante, que se convierte a su vez en caldo de cultivo de otros problemas derivados, como podría ser, el empeoramiento del ambiente social y la generación de sustratos xenófobos, racistas, y anti gitanos, provocando un recrudecimiento de la convivencia vecinal de Madrid.

Conmemorar este día también significa también, para nosotros, recordar nuestra historia y a nuestros antepasados. Por eso también recordamos con dolor que fue en Madrid, donde los reyes católicos proclamaron la pragmática de expulsión de los gitanos en 1.499 y en 1.592 se prohibió “el uso de la lengua particular de los gitanos”, bajo pena de ser castigados como vagabundos, aunque tuvieran domicilio y oficio conocido. Hay que decir, que a pesar de esa herencia histórica, los gitanos siempre, hemos llevado con excelencia el ser españoles, madrileños y gitanos/as; hasta hemos sido referente de nuestro país en el extranjero, y lo hemos vivido con honor, a mucha honra.
Y no olvidamos tampoco, que fue en Madrid, en la Cortes, cuando el primer gitano diputado del gobierno español D: Juan de Dios Ramírez Heredia, alzó la voz por la población gitana española, y fuimos amparados plenamente por la Constitución. Sin embargo, a pesar de ello, estamos convencidos de que en este momento la cuestión gitana necesita urgentemente una nueva apuesta política que renueve el compromiso y amparo que representa esa Constitución para nosotros y sea capaz de realizar un plan de Estado más ambicioso que de verdad desarrolle medidas y estrategias que acaben
decididamente con la discriminación, el racismo y la desigualdad social histórica, de nuestro pueblo. En este sentido, el cumplimiento de la Estrategia de Inclusión Gitana de la Comunidad de Madrid 2016-2021, ha quedado en agua de borrajas, y es fundamental retomarla en este momento para que las gitanas/os madrileños podamos, de una vez, alcanzar la igualdad y equidad social como el resto de los madrileños. Así hacemos esta reflexión para tener también hoy y aquí, donde también hay espacio para la reivindicación, en Madrid, donde vive uno de los grupos de ciudadanos gitanos, que como ya dijimos, vive en las peores situaciones sociales que cualquiera pueda esperar encontrarse en un estado de derecho moderno. Hacemos mención expresa de la catastrófica situación en la que está la población de la Cañada Real, a la que se ha abandonado durante la pandemia, en el peor momento de los últimos 30 años, a la que se han hecho oídos sordos, o se ha mirado para otro lado, y para la que se han tomado nefastas decisiones que han pasado por encima de esos derechos fundamentales reconocidos mundialmente y que eran objeto de amparo de la Constitución
Española.

Hoy, instamos nuevamente a nuestros representantes políticos que cumplan su función y que velen juntamente por el bienestar y derechos civiles de los ciudadanos gitanos a la par que la del resto de ciudadanos y se amplíe y desarrolle con urgencia la citada Estrategia de Inclusión. Que se revisen las decisiones tomadas respecto a la Cañada y se retomen con decisión y compromiso real las consultas iniciadas con la Mesa de Diálogo para Inclusión en pos de la mejor resolución de los posibles escollos, y avanzar en la consecución de los objetivos propuestos.
Para lo que exigimos sean tomadas en cuenta todas estas consideraciones, y que los mas que necesarios fondos y recursos para la recuperación en la Comunidad de Madrid no dejen otra vez atrás a las y los ciudadanos gitanos de Madrid. Deseamos intensamente que hoy pueda ser el inicio de una nueva etapa más efectiva en este camino y que estos mensajes de reclamación sea recogidos por fin, con buena disposición y voluntad de progreso, y que se cuente con el tejido Asociativo de esta Comunidad que en estos momentos está trabajando sin descanso y dando respuestas a algunas situaciones complementando y a veces sustituyendo a las administraciones públicas.

Sastipen Thaj Mestipen, Salud y libertad para todos y todas

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