La semana pasada, tras una lucha incansable por organismos, entidades y personas ligadas a la política, han conseguido incorporar el antigitanismo como un delito de odio tipificado en el Código Penal. En el mismo, y más particularmente en el artículo 22, aparece lo siguiente:
“Cometer el delito por motivos racistas, antisemitas, antigitanos u otra clase de discriminación referente a la ideología, religión o creencias de la víctima, la etnia, raza o nación a la que pertenezca, su sexo, edad, orientación o identidad sexual o de género, razones de género, de aporofobia o de exclusión social, la enfermedad que padezca o su discapacidad, con independencia de que tales condiciones o circunstancias concurran efectivamente en la persona sobre la que recaiga la conducta”.
La normativa vigente, podrá condenar a los agresores con una pena de prisión de uno a cuatro años y multas de seis a doce meses, a quienes “públicamente promuevan o inciten al odio, discriminación o a la violencia contra los gitanos y gitanas”; quienes “elaboren” o “posean” cualquier escrito o material elaborado para difundirlo a otras personas y en el que se incite o fomente al odio.
Como asociación que trabaja por los derechos de la población gitana, acompañándoles en los procesos para lograr la igualdad real y efectiva, queremos posicionarnos reivindicando por fin esta ley, ya que el antigitanismo existe, y debemos luchar todos y todas para poder erradicarlo y denunciarlo.
Un paso más, es uno menos para lograr la igualdad de las familias gitanas.
¡OPRE ROMA!